sábado, 10 de diciembre de 2011

Yo no muero por nadie.


No; no pesa el corazón. El pisito está vacío, salvo por algunos objetos personales del último inquilino. Es cierto que llevar el corazón hueco te hace sentir ligera y liviana, pero es muy triste cuando grito en mi fuero interno y resuena el eco por todo mi ser. He quitado el cartel de Se alquila, estoy harta de mudanzas, y he colgado el de Se vende, aunque ya se sabe, estamos en crisis, y no solo económica.. Estamos en crisis de sentimientos. El amor no circula, y los bancos de cariño están en la quiebra. Hemos derrochado durante mucho tiempo los Te quiero, y ahora los que nos quedan los guardamos bajo el colchón. ¿No tenéis miedo a amar? Hay estafadores tras cada esquina. Las subvenciones ayudan, pero macho, yo echo de menos amar a corazón abierto. Aun así, no volveré a invertir en ninguna empresa de amor hasta comprobar que no me arruinará por completo, y que el dueño quiere comprar el corazón y vender el suyo, y no me venga con chorras de alquileres baratos.. En crisis, todavía hay bichitosbpolares que creen en el Todo o Nada.

With love laugh,

Mé.

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