Tendrán que agotarse muchos plenilunios en los cielos para que el amante comprenda que el final fue definitivo y, una vez asumida esta verdad, decida darse muerte como muchos o acepte vivir con sus heridas abiertas como todos..
Salvo que la amante sea una jodida cabezota masoquista que cierre los ojos muy muy fuerte y se niegue a aceptar nada, incluso después de haber logrado sobrevivir un tiempo con sus heridas abiertas. Entonces, da igual cuantas vocecillas digan que es una locura, un suicidio. La memoria es selectiva, y ella solo recordará que él es su talla de medias color naranja. Problem, sentido común?
With love laugh madness,
Mé.
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